Lamayoría de los proveedores de servicios industriales multi-arrendamiento (MLI) están estudiando seriamente la aplicación de estrategias ESG para alcanzar el objetivo Net Zero antes de 2050. Para la mayoría, no es una tarea fácil. Con grandes carteras de inmuebles que consumen mucha energía, la reducción de su huella de carbono requerirá grandes inversiones y algunas implementaciones inteligentes. Sin embargo, no se trata simplemente de un ejercicio para apaciguar las regulaciones gubernamentales. A medida que el mundo favorece cada vez más las tecnologías verdes y las empresas con objetivos sociales, los grandes fondos de jubilación y otros grandes vehículos de inversión ya están empezando a orientarse hacia empresas con estrategias de balance neto cero. Es simplemente un buen negocio. Los daños económicos derivados de la subida del nivel del mar podrían ser catastróficos y, a medida que las normativas se hacen más estrictas, las empresas que probablemente obtengan los mejores beneficios en las próximas dos décadas son las que hagan el trabajo duro ahora. Desgraciadamente, los proveedores de MLI tienen un largo camino por delante para conseguir unas verdaderas emisiones netas cero.
La tecnología podría presentar una gran oportunidad no sólo para reducir la dependencia de una empresa de los combustibles fósiles, sino también como fuente de pruebas que demuestren el éxito de sus planes. La recopilación de datos de sensores IoT, la generación y supervisión de energía renovable, las matrices digitales de puntuación ESG e incluso la conectividad presentan diferentes oportunidades para reducir las emisiones de forma inteligente. El simple hecho de colocar paneles solares en el tejado de todos los edificios no bastará para alcanzar el nivel cero, ni tampoco para demostrar a los inversores que la empresa es realmente neutra en carbono.
